Un veterano periodista suele decir que Andrés Ollero nunca defrauda. El último libro del magistrado emérito del Tribunal Constitucional da buena cuenta de ello. Vivir es argumentar, que se ha presentado este martes lluvioso en Madrid, es un tributo a los profesionales de la información, a los que el jurista considera «pieza clave en una sociedad democrática». La obra recopila las diferentes entrevista que ha ofrecido a tenor de sus múltiples facetas desde enero de 1979 hasta la de hace unos meses en esta casa.

Por las venas de Ollero (Sevilla, 79 años) corre el derecho, aunque posea un vasto currículo que se extiende por varias disciplinas. La suya también es una dilatada carrera al servicio público. Ha sido catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y, desde diciembre de 2021, secretario general del Instituto de España, que integra a una decena de Reales Academias. 

Entre 1986 y 2003 fue diputado por el PP, donde llegó a ser portavoz de Justicia. Abandonó la política de forma voluntaria, pero años más tarde volvería al primer plano. El Congreso lo eligió magistrado del Tribunal Constitucional en 2012 a propuesta de los populares. Cuando todo indicaba que se convertiría en presidente de la corte de garantías, su partido se plegó al veto del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba para dejarle expedito el camino del PSOE a Susana Díaz, aunque finalmente fue Pedro Sánchez quien se hizo con los mandos.

Ollero y el PP

« A mí el partido solo me llamó una vez y fue para decirme que no presidiría el Constitucional», destacó Ollero en una entrevista con THE OBJECTIVE. Una frase que resume la independencia judicial que siempre ha defendido. Tanto, que hace solo unos meses publicó otro libro en el que enarbola las 69 veces que disintió de sus colegas conservadores. «He emitido votos particulares hasta a sentencias de las que yo he sido ponente», exhibe orgulloso.

Ollero defiende que nunca viene mal enfrentarse a lo que uno ha escrito y hablado. Considera que ha estudiado bastante, aprendido de quienes sabían mucho más que él, que ha ejercido durante décadas como docente, ha hecho propios los problemas de los demás y que todas esas premisas le han llevado a escribir. No solo en el ámbito académico, también en los medios de comunicación. Su primer artículo lo publica con 18 años. Desde entonces han visto la luz medio millar.

«En los años cincuenta, cuando estudiaba bachillerato, me decían que era un privilegio que disfrutaban solo unos pocos para llegar a la universidad y eso generaba una deuda con la sociedad. Me dejó marcado. Eso me ha llevado a tener un contacto frecuente con la opinión pública y justifica este libro de entrevistas», ha afirmado Ollero ante el centenar de personas que llenaban la sala de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, ubicada en la madrileña Plaza de la Villa.

El libro está dividido en una treintena de secciones, en las que se inserta sus diferentes diálogos con los periodistas. Arranca con la entrevista realizada en 1979 en Ideal de Granada, donde avanzaba que el PSOE, cuando se considerara en condiciones de gobernar, «abandonará su confesionalidad marxista», algo que sucedió apenas ocho meses después.

Independencia judicial

La obra finaliza con recopilatorios de varias entrevistas recientes en las que aboga por «dejar en paz al Constitucional». En ellas sostenía que, «si importara realmente la independencia judicial, se harían auditorías del trabajo de los magistrados». Para desterrar la idea de que los partidos que proponen a los magistrados son los que «manejan» los hilos de sus decisiones, sugiere «mayor transparencia, como yo he hecho con mis votos particulares».

Ollero considera que, como docente, planteaba a sus alumnos lo importante que es «saber plantear preguntas, más que coleccionar respuestas». En este libro asegura haberlo tenido fácil porque las entrevistas fueron realizadas por periodistas que estaban «pegados al contexto social». La presentación ha corrido a cargo de la presidenta de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Araceli Mangas, que ha agradecido que el magistrado bajara «a la arena de los medios».

Mangas ha destacado que el libro está lleno de términos taurinos y futbolísticos. Vías de escapes para driblar algunas preguntas tan indiscretas como si se llegó a fijar en la mujer de algún compañero. «El supo contestar con su ironía y socarronería andaluza». La veterana jurista también ha subrayado la independencia judicial de su colega, que una vez aseguró en una entrevista que al Constitucional no se iba a dar a alegrías a los amigos, sino a «defender la Constitución». Fran Serrato