El exdiputado y también exmagistrado del Tribunal Constitucional presentó ayer en el salón de plenos su nuevo libro, donde relata su trayectoria
El salón de plenos del Ayuntamiento de Granada acogió en la tarde de ayer el acto de presentación del nuevo libro del catedrático de Filosofía del Derecho, secretario general del Instituto de España, exdiputado por Granada y exmagistrado del Tribunal Constitucional, Andrés Ollero, llamado ‘Entre el Derecho y la vida pública’, editado por Aranzadi, y en el que el jurista de origen sevillano recoge algunas de sus publicaciones, desde 1969 hasta la actualidad, indicando a la vez brevemente su contexto vital y profesional, siempre a caballo entre el ámbito académico y la vida pública, tanto en el parlamento como en la magistratura. El libro también recoge experiencias relacionadas con sus estancias en el extranjero, concretamente en Alemania e Italia, e incide en algunas de las materias que han sido objeto de su atención, tales como los problemas suscitados por la libertad religiosa y la laicidad del Estado. En el acto, el autor estuvo acompañado por la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo; el concejal de Cultura, Juan Ramón Ferreira; el presidente del Colegio de Abogados, Leandro Cabrera; y Juana María Gil, presidenta de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Política.
Fue esta última quien inició el acto, y destacó que la obra de Ollero «merece mucho la pena». Gil hizo una semblanza del autor, y resaltó su capacidad para comprometerse, un compromiso que no ha perdido, según dijo. «Es fácil empatizar con las ilusiones del joven profesor que se describe en el libro, que llegó a Granada y que nunca se ha marchado del todo».
Fue Leandro Cabrera quien completó dicha semblanza, y recordó la condición de médico de su padre, y su numerosa familia, de nueve hermanos. «El entorno y la educación recibida influyeron decisivamente en el amor por el trabajo y el tesón que adornan su personalidad», señaló. «Su actividad académica fue el germen de los posteriores logros que han jalonado su carrera». A renglón seguido, repasó los méritos académicos e institucionales que adornan al autor del libro, quien comenzó su alocución afirmando sentirse «abrumado, feliz de estar en Granada». «Hay que buscar excusas para volver, y para ello, ya estoy preparando otro libro », dijo con humor.
Destacó Ollero que su peripecia no da para unas memorias, pero sí para contar la importancia de ser universitario, una condición que él entiende como un servicio a los demás. Es este un libro, afirmó, no buscado, una biografía de su trabajo, de las tareas que ha desempeñado a lo largo del tiempo. Igualmente, hizo un lúcido análisis de cómo se han incorporado las mujeres a las cátedras de su disciplina, se definió como un ‘iusnaturalista crítico’, y diseccionó la realidad universitaria actual, y concretamente sus requisitos de acceso a cátedras, evitando los tradicionales exámenes y «con oposiciones que más bien parecen nombramientos de doctor ‘honoris causa’».